Carta a los castmembers de DisneyStore Bahía sur
Llegó el día que tanto habíamos temido. De poco han servido las quejas de los aficionados. DisneyStore cerrará en breve sus puertas por última vez.
Son muchos los recuerdos que me vienen a la mente, de un lugar que me ha visto crecer. Aun cierro los ojos y me veo, de muy pequeño, asistiendo a su apertura. Aquella tienda con su antiguo estilo llena de enormes figuras de los clásicos como Peter Pan, los 101 un dálmatas y otros tantos que situados en la parte más alta de las estanterías te miraban y te hacían soñar. Y como olvidar su enorme “piscina” de peluches que tuvo que ser reconvertida porque mas de un niño acabamos buceando entre sus peluches.
Muchos años después llegó su reforma, su cambio de look. Recuerdo que el día que se inauguró, los mismísimos Mickey y Minnie llegaron a bahía sur y formaron una cola que dejaba pequeña a las colas de cualquier atracción de disneyland. Aún conservo unas sencillas pegatinas de Cars que repartían en la puerta de la tienda. Una tienda que brillaba con luz propia, como su suelo de estrellas y sus personajes cobrando vida por las paredes del local.
Pero la disneystore no ha sido un simple local donde comprar objetos de Disney. Y si bien con los años no son pocas las cosas que han llegado a mi casa desde la tienda, nunca ha sido eso lo que la a echo especial. Disneystore se convirtió en un lugar de peregrinaje para los fans del mundo de Disney. Un lugar que al entrar, te sumergías en su música de ambiente, sus estanterías de colores y la sonrisa de los castmember y, lograban en cierta medida, trasladarte a las sensaciones que uno tiene cuando camina por el main Street de disneyland.
Disneystore se convirtió en un lugar donde los fans de Disney organizábamos encuentros con otros fans que llegaban desde todos puntos de la península. Como nuestra propia casita en el árbol, disneystore albergaba tardes de encuentros y juegos entre amigos. Muchísimas anécdotas e incontables horas hablando, riendo y soñando entre sus cuatro paredes. El estreno de una película, la llegada de un nuevo producto o cualquier otro motivo eran meras excusas para poder ir en grupo y pasar una tarde de magia y diversión.
No podemos olvidar esa mágica época navideña donde cada año había que ir a adquirir nuevos adornos para el árbol. Y por supuesto nuestro mas preciado bautismo, la ceremonia de apertura. Ahí, madrugando en un día de vacaciones, llegando al centro comercial incluso antes de abrir sus puertas para ser los primeros y poder realizar la ceremonia de apertura, con la llave gigante, entre aplausos de los cast member y llevarnos nuestra llave de recuerdo.
Pero nada de eso podría haberse realizado sin los auténticos magos, el equipo de castmembers. Unos trabajadores que, a pesar de sus problemas como todos los trabajadores y todas las personas, siempre te recibían con una sonrisa, siempre se hacían participe de tus alegrías y siempre te hacían ser bienvenidos a ese pequeño rincón de magia. Cuantas horas hablando sobre la nueva película de los estudios, los parques, y todas las novedades de este mundillo. Unas personas entrañables que siempre estaban ahí dispuestas.
Hace 2 semanas, unos amigos decidimos hacer la última visita a Disneystore tras confirmarse su cierre. Mentira porque repetimos a la siguiente semana y una mentira mas, porque esta misma semana si visitamos por última vez nuestro rincón especial. Por temas laborales será imposible acompañar a los castmembers en su último día. Pero incluso ayer, entre emociones y sentimientos, ellos fueron capaces de acercarse a nosotros y animarnos, a decirnos que la magia de Disney sigue adelante y que teníamos que animarnos. Ellos que debían ser los primeros en levantar su puño por todo lo que han soportado y como Disney los aparta como a juguetes rotos, ellos con un futuro incierto tras dedicar toda una vida a la compañía, son aun capaces de repartir ilusión entre sus clientes, como el capitán que se hunde con su barco, hasta el último minuto han seguido fieles a su forma de ser.
Y por eso es por lo que Disney, la fábrica de sueños, ha perdido mucho mas que unos simples locales donde vender productos. Disney, con su decisión de aumentar sus no escasos beneficios, ha destruido parte de su magia y su idiosincrasia. Porque comprar a través de una web no significa nada, no tiene corazón ni sentimiento. Las horas de diversión y los grandes recuerdos no te los puede proporcionar una compra online. La calidez y el alma de esos trabajadores no tiene precio. Seguiremos yendo a los parques, ilusionados en cada estreno y seguiremos la senda de Mickey, pero la cicatriz que ha dejado la empresa no se va a borrar.
Pero no quisiera que esta carta fuese un alegato contra la dirección que ha tomado esta nefasta decisión. Esta carta es para darle las gracias a ese equipo de castmembers que durante décadas ha estado ahí, llenando de recuerdos nuestros corazones. Un equipo que ahora se enfrenta aun futuro incierto, algo por lo que por desgracia ya estamos acostumbrados en la provincia de Cádiz, tan castigada por el trabajo. A ese equipo de profesionales, de amigos, solo darles las gracias por toda su labor, por tan buenos momentos. Su recuerdo vivirá en el de los aficionados. Y que el futuro les depare tantas alegrías como ellos han repartido todos estos años.
Gracias y suerte!
Estoy contigo manu, una pena.
