Penultima mañana en Estados Unidos. Ya sabemos que el viaje va llegando a su fin, pero no queremos ni pensar en ello.
Tras haber hablado sobre que opciones teniamos para aprovechar el dia (Viva la planificacion previa) decidimos ir a pasar gran parte del dia al Seaquarium de Miami, famoso por ser uno de los sitios donde se rodo la mitica serie Flipper, y un lugar que yo habia visitado mas de 20 años antes en mi primera visita.Luego me explicaron que el Seaquarium que yo conoci fue arrasado por un huracan y este era otro.
Pues nada, subamos de nuevo a "La bestia" como bautice al Toyota, y rumbo a Key Biscayne. Un par de flashazos de los peajes automatizados de Sun Pass y en poco mas de 20 minutos llegabamos a Virginia Key, lugar donde se encuentra el acuario. Las entradas fueron como 45$ por persona.
La ubicacion del Seaquarium, rodeado por el mar y un poco alejado del downtown de Miami es preciosa.
Al entrar te dan el horario de todos los shows con animales a lo largo del dia, por lo que debes tener un poco de orden en tu visita para sacarle provecho.
Nosotros decidimos empezar por el show de Flipper. Yo ya habia leido que respecto a los shows con delfines era flojito, pero Ana no habia estado en un Acuario de este tipo nunca, asi que servia como toma de contacto.
Todo el espectaculo es narrado por las adiestradoras, quienes ademas dan muchos datos sobre los animales que tenemos ante nosotros, lo cual le da un punto instructivo muy interesante. Ademas, estas mismas instructoras terminan formando parte del show.
Tras el show de Flipper, la segunda parada fue Golden Dome Sea Lion , el show de las focas y leones marinos. Muy divertido y dinamico con la musica y los "gags"
Las instalaciones se ven un poco "Cascadas", pero hay que tener en cuenta que este Seaquarium es de lo primeros que se abrieron en USA, y no resiste una comparacion con Seaworld , por ejemplo.
La fauna que ibamos observando por las gradas tampoco se quedaba atras a la hora de dar espectaculo, y claro, se convirtio en uno de nuestros pasatiempos del dia. Freak observation decidimos bautizar a esta actividad, y la cosa se dio bien ese dia.
Volviendo al show de leones marinos, se veia muy guionizado, pero los gags resultaban graciosos y poco forzados.
La siguiente parada fue el show de la Killer Wave, la orca. Este show fue uno de los motivos principales por los que decidimos visitar el Seaquarium , pues muchos acuarios como Seaworld San Diego (El referente en este tipo de instalaciones) estan retirando estos espectaculos. Asi que esta podia ser una opcion unica de ver este tipo de animal en vivo
Bastante cola para acceder al anfiteatro donde se lleva a cabo el show y nueva oportunidad de practicar el "Freak observation"
Tras acceder al anfiteatro, pudimos disfrutar del show de "Lolita"
No todo el espectaculo corria a cargo de "Lolita",pues durante parte del mismo, los protagonistas eran los delfines del Pacifico.
Tras el show, decidimos pasear un poco por las muestras de fauna marina y de animales del parque.
Uno de los mas observados por todos los visitantes era el Pez Payaso, pues todos los niños lo relacionan con el personaje de una pelicula de Pixar, Nemo.
Personalmente me encanto la opcion de poder acariciar a las rayas en una pequeña piscina.
El parque cuenta con una pequeña exibicion de aves, como loros y flamencos.
De camino a la zona donde se encuentran los cocodrilos, nos topamos con el momento en que estaban alimentando una pequeña piscina llena de tiburones de diferentes clases, y aprovechamos para ver la voracidad con la que se lanzan a por el alimento estos animales.
Tras la parada, rumbo a ver los cocodrilos.
No era la primera vez que los veia en vivo, pero estos bichos siguen impresionandome cada vez que los veo.
Tras ver de cerca a estas autenticas bestias, necesitabamos ver animales mas "amables" y que mejor opcion que la de ver los Manatees, o vacas marinas. Un animal tan grande que no tiene depredadores en el reino animal, pero que el ser humano ha estado apunto de exterminar debido a que son absolutamente mansos.
Por suerte para nosotros, llegamos en el momento en que sus cuidadores los estaban alimentando.
Tras conocer a estos impresionantes animales, pues pueden llegar a medir 6 metros de largo y pesar 500 kg, nos fuimos al gran show del parque el Top Deck Dolphin Show. Un show espectacular con delfines, musica rock, saltos, salpicones al publico y muchos niños gritando en las gradas. Una gran opcion para hacer fotos a estos animales.
Tras la obligada visita a la tienda de regalos del parque, decidimos poner punto y final a nuestra visita al Seaquarium. Era tarde para comer y pronto para cenar, asi que decidimos dar un paseo hasta Key Biscayne y visitar, aunque fuese por fuera, las pistas de tenis del conocido torneo ATP.
La carretera principal que recorre estas islas tiene una preciosa vista de la zona de Coconut Grove.
Tras dar unas vueltas por la zona, aparcamos cerca de Carndon Park Marina, ante la mirada alucinada de muchos de los dueños de barcos que alli estaban. Vale, si, el coche que conduzco es un poco mas grande que los que me rodean en el parking.
La vista desde este embarcadero, asi como la tranquilidad de no tener practicamente a nadie a nuestro alrededor hizo de este uno de los momentos mas relajados de todo el viaje. Y es que Miami tiene lugares encantadores en cada esquina.
Como el anochecer se iba acercando y queriamos cenar algo antes de volver al hotel, fuimos hasta el Whisky joes, una franquicia de bares muy habitual en zonas de Florida. Este en concreto nos lo habian recomendado por las vistas. Y la recomendacion fue acertada.
Tras aparcar junto a un "Parking de barcos" pudimos disfrutar de las vistas de Miami desde este bar.
Unas cervezas, unos tacos, unas alitas de pollo, mientras veiamos jugar a los Miami Dolphins por la tele. No estaba nada mas como cierre del dia, pero claro, no podiamos dejar pasar la ocasion de continuar nuestro "Freak observation" Y la verdad, no se que me extraña mas, la postura de la camarera o la expresion del cocinero.
Ultima noche en USA, pero al dia siguiente aun quedaba la visita al Sawgrass para terminar de rellenar las maletas hasta su limite de peso.
