DIA 1, Nueva Delhi:
Tras dejar a los chicos en Londres hicimos algo de tiempo en el aeropuerto antes de embarcar en nuestro vuelo nocturno con destino a Nueva Delhi con la compañia British Airways.
Se sentó junto a nosotros un chico indio que venía de Nueva Orleans (Usa) y regresaba a India tras haber estado trabajando en un barco. El pobre no se encontraba bien del estómago por lo que, ironías de la vida, unos españoles tuvieron que cuidar del estómago de un indio. Mi mujer siempre lleva un extenso botiquín encima (deformación profesional) y le preparó un suero para que se lo fuese tomando durante la noche.
En el avión hicimos alguna cabezada pero con los cuidados al pobre chico indio y los lógicos nervios del viaje no hubo mucho tiempo para estar en los brazos de morfeo. Así que aprovechamos para ver alguna película en el sistema multimedia del avión. Por cierto, observar la ruta que estábamos tomando no era muy tranquilizador
:
Al llegar a Delhi el chaval se encontraba algo mejor y nos despedimos con la promesa (cumplida) de que iba a mantener el contacto por email con nosotros en agradecimiento por haberle cuidado tan bien.
Nuestro vuelo aterrizó puntualmente en el aeropuerto Indira Gandhi International pasadas las 8 de la mañana. Tras los trámites de inmigración salimos a la calle donde nos estaba esperando Kamal (dueño de la agencia local) y nuestro chófer para estos días, Raj.
Nos explicaron que al ser el día de la independencia (15 de agosto) era casi imposible moverse por el viejo Delhi así que hoy nos íbamos a ceñir a la parte nueva de la ciudad, Nueva Delhi. Lo primero que hicimos fue marchar al hotel para tomar la habitación y una ducha antes de empezar las visitas. Habíamos dormido poco en el avión pero tocaba ponerse en marcha y adaptarse al cambio horario cuanto antes. Nuestro hotel se encontraba en una zona residencial de la ciudad, una especie de área privada con barrera de seguridad y todo. Kamal nos dijo que era una zona un poco "pija" y exclusiva y el sitio pintaba bien:
Foto: Internet
Lo cierto es que habíamos contratado este hotel por estar un poco fuera del bullicio del centro y así poder descansar. El precio nos había parecido muy razonable, por poco más de 60 Euros nos dieron una habitación como esta con desayuno incluído:
Foto: Internet
Quedamos con el chófer en una hora y entonces pasó a recogernos con un guía que nos llevó a nuestro primer destino, la tumba de Umayum. Al llegar, primera sorpresa:
Como se puede ver, 30 Rupias para los indios (0,40 Euros) y 500 Rupias para los extranjeros (unos 6,70 Euros). Esto lo vimos en todos los monumentos de India.
La tumba de Umayun es una impresionante construcción Mogol, patrimonio de la humanidad y precursora de las "Tumba-Jardín" cuyo mayor exponente es el Taj Mahal. De hecho se construyó unos 75 años antes que este, sobre 1575 (se desconoce la fecha exacta).
En su interior reposan los restos del emperador Umayun además de alguna de sus esposas y otros mogoles ilustres.
Además de la tumba, el complejo comprende varios edificios impresionantes, mezquitas, etc...
Salimos de este impresionante monumento en dirección a la puerta de la India. La India se independizó tal día como hoy (15 de agosto) del año 1947 tras más de 3 siglos de ocupación británica. Los indios son muy patriotas y así nos lo demostraron por todo el camino:
La puerta de la India es un poco el "Arco del Triunfo" Indio, un monumental arco que conmemora a los caídos en las guerras afganas y primera guerra mundial. En los días festivos suele ser un lugar de reunión de los indios siendo hoy, el "día grande" para todos ellos.
¿Próximo destino? El Qtub Minar:
El Qutab Minar es el minarete de ladrillos más alto del mundo y todo un símbolo del arte musulmán. Su altura es de 72,5 metros y su diámetro es de más de 14 metros. También está catalogado como Patrimonio de la Humanidad. Por cierto aquí nos dimos cuenta que a los indios les encanta hacerse fotos con occidentales. La verdad es que durante todo el viaje es algo que nos han pedido continuamente y en algunos momentos uno se sentía como si fuese un famoso porque no podíamos dar un paso sin que nos pidiesen una foto.
Junto al mismo se encuentra el Alai Minar, que pretendía ser más grandioso todavía que el Qutab. Sin embargo el intento se quedó solo en eso ya que solo se construyó la base del mismo.
Una curiosidad es este pilar de hierro que pertenece a un antiguo templo hinduista sobre cuyas ruinas se construyó este complejo. A pesar de ser de hierro de mala calidad y de tener más de 1.600 años de antigüedad, no se aprecia ni una gota de óxido sobre el mismo.
Y nos fuimos a comer. Tuvimos nuestra primera experiencia con la comida india que se caracteriza por PICARRRRRRRRRRRRR. A pesar de que lo pedimos todo "no spicy", picaba como rayos. Aquí el guía intentó pasarse de listo con la comanda ya que no nos dejaba ver la carta y quiso pedir por nosotros (comisión obliga). La verdad es que esta fue la peor comida que hicimos en India, luego ya fuimos aprendiendo.
Llegó la hora de pasar por el Templo del Loto, una moderna construcción en forma de flor de loto que ha ganado muchos premios de arquitectura.
El templo es una casa de adoración abierta a todas las religiones aunque no puede usarse ningún púlpito o altar en su interior. Es uno de los monumentos más visitados del mundo pero no pudimos acceder al mismo por ser la fiesta nacional.
Y aquí el guía nos quiso hacer la segunda jugada. Le habíamos dejado claro que estábamos muy "viajados" y que no queríamos ir de compras. Más que nada porque estas cosas siempre acaban igual, te llevan a la tienda de un amigo pero que está a tomar por saco de todo. Como insistió argumentando que a estas horas "no se podía hacer otra cosa", le dijimos que hasta ahí acaban sus servicios que con lo de la comida ya habíamos tenido bastante. Así que "bye bye", por supuesto, sin propina y nos quedamos solo con el chófer para el resto del día. Todos los conductores que hemos tenido han sido excepcionales pero el tema de los guías es otra historia: tal y como lo tienen montado funcionan de forma "autónoma" a las agencias y salvo honrosas excepciones la mayoría no fueron muy legales.
Hicimos una llamada a Kamal y nos sugirió pasar el resto de la tarde en Connaught Place. Es verdad que los monumentos cerraban sobre las 5 de la tarde (como argumentaba el guía) pero no había porqué encerrarse en el hotel o irse a una fábrica de telas en el más allá. Así que nos fuimos para esta curiosa plaza con calles circulares y edificaciones de la época colonial inglesa. Aquí una foto de internet donde puede verse la misma:
Había muchísimo ambiente así que disfrutamos de una tarde mezclados con la población local. Como curiosidad se nos acercó un "limpiador de orejas" que nos propuso hacernos una limpieza a buen precio. Sus "higiénicas" manos y utensilios de dudosa esterilización (por decir algo
) no animaban nada, así que le dijimos que no nos interesaba....pero nos reímos un montón con este señor.
Foto no le hicimos pero en internet hay cientos de este curioso oficio (sus manos y utensilios no difererían mucho de estas
):
Por cierto, tuvimos nuestro primer contacto con los Sijs que son una comunidad aparte dentro de la población india. Aparte de una religión propia, se les conoce por el característico turbante (distinto al que llevan otros indios) y a que muchos llevan una daga en la cintura.
Y volvimos pronto al hotel debido al cansancio por haber dormido tan poco y el cambio horario que no perdona.
A lllegar, cenamos algo ligeroantes de ir a la cama.
Continuará...