Después de "it's a small world" y Phantom Manor, nuestra serie musical continúa con este espectáculo ineludible en Walt Disney Studios Park cuya banda sonora es un ingrediente esencial de la magia.
Hay reacciones que no engañan. “Tan pronto como escuché las primeras notas de Mickey and the Magician, sentí un gran escalofrío”, recuerda la InsidEar Virginie (Ninie) Revelle. "Después de solo 30 segundos, la emoción ya estaba allí. "
"Esta música es tan emotiva, agrega Liz Read (Fairy Godmother en You Tube e Instagram), que siempre me hace llorar".
Pero, ¿qué hace que la música de Mickey and the Magician sea tan… mágica?
Un poco de magia y polvo de hadas
Mickey and the Magician es una historia original, creada en julio de 2016 especialmente para Disneyland Paris, y que nos devuelve a las fuentes de la magia de Disney. Aquí nos transportamos a París a principios del siglo XIX, en el misterioso taller de un gran Mago, cuyo asistente no es otro que Mickey. Si bien su misión es ordenar el lugar, nuestro joven aprendiz se dejará llevar por su sed de aprender magia.
Pero nada saldrá según lo planeado y se verá transportado a pesar de sí mismo en los mundos más mágicos de las películas de Disney, desde Cenicienta hasta Frozen, pasando por La Bella y la Bestia, Aladdin y El Rey León. Sobre la base de las enseñanzas que le serán entregadas durante sus reuniones, encontrará el secreto de la verdadera magia, aquello que reside en cada uno de nosotros ...
Para acompañar a Mickey en este viaje iniciático, la música juega un papel crucial. Como explica Niels de Capturing Disney Parks, la banda sonora de Mickey and the Magician "presenta canciones conocidas de nuestras películas favoritas de Disney, pero revisadas en el espíritu de los musicales de Broadway. "
El creador de esta suntuosa partitura no es otro que Joel McNeely, conocido en particular por su música para Peter Pan 2: Return to Never Land (2002), la serie Tinkerbell o el espectáculo nocturno Disney Dreams! (2012).
Para la composición, el proyecto se inició durante las sesiones de trabajo que reunieron a todos los creadores del espectáculo, incluida la coreógrafa Tatiana Seguin, que no pudo evitar bailar nada más escuchar sus primeras propuestas musicales.
Canciones eternas
La cuestión es que la danza está en el corazón del espectáculo, y para cada escena el compositor ha ideado nuevos arreglos particularmente pegadizos de melodías clásicas de Disney.
"Bibbidi-Bobbidi-Boo" se convirtió en una marcha festiva digna de una opereta de Jacques Offenbach y "Soñar es desear" adquirió el acento del vals de Johann Strauss.
"¡Que festín!" comienza con un guiño a Francia a través del acordeón, antes de transformarse en música real que nos asombra durante los espectáculos de circo y cuya orquestación a veces recuerda "La entrada de los gladiadores" de Julius Fucik, a veces la música para la que Nino Rota escribió películas como La Strada u Ocho y medio de Federico Fellini, clásicos del género.
El arreglo de "Ciclo de vida" y "Busa" tiene sus raíces tanto en el clásico animado de 1994 como en el musical, tocando extensamente la percusión y la flauta étnica.
Y para "Un genio tan genial", de Aladdin, los creadores del programa se dirigieron a un acto de claqué coreografiado por James Doubtfire. Sin embargo, resulta que la música original de Alan Menken para esta secuencia es un homenaje a Cab Calloway y Fats Waller, dos leyendas del jazz cuya música se presta de forma natural a este tipo de danza, como podemos ver en Stormy Weather (1943) o en La gran vida (1935). A partir de ahí, Joel McNeely imaginó este arreglo de alta energía, agregando un toque de “jungla”, reconocible por su interpretación típica en los toms bajos de la batería.
Solo "¡Suéltalo!" no contiene un número bailado. Por tanto, el compositor se ha mantenido cercano a la orquestación mítica escrita por Dave Metzger para la película.
Sin embargo, para magnificar todos estos colores orquestales, se necesitaban músicos excepcionales. Es por eso que la banda sonora del espectáculo fue grabada por los mejores músicos ingleses, en los famosos Abbey Road Studios de Londres.
Como una chispa ...
Pero la música de Mickey and the Magician no solo revive los clásicos. Como explica Niels, “El espectáculo tiene un tema musical propio que une a la perfección los diferentes escenarios. "
Este tema es el de la canción "Let the Magic Shine", escrita por Brendan Milburn y Valerie Vigoda, quienes ya habían escrito varios títulos para la franquicia "Campanilla", y habían participado en la escritura de "Vive la vie", la canción de Celebración de Halloween de Mickey. En cuanto a su ordenación, es obra de Scott Erickson, a quien le debemos numerosos títulos para Disneyland Paris, y que también había participado en su tiempo en la redacción de "Vive la vie". Para “Let the Magic Shine”, imaginó un gran crescendo, partiendo de sonidos suaves y centelleantes para llegar gradualmente a un conjunto rico y festivo, con percusiones de metales y pop, para concluir el espectáculo con mucha belleza.
Esta versión fue luego entregada a Joel McNeely, quien usó este tema como hilo conductor a lo largo del programa, transformándolo a medida que se desarrollaba la historia. Se escucha por primera vez al principio, en forma de balada cantada, mientras Campanilla explora el Taller del mago. Luego aparece instrumentalmente en las distintas secuencias de diálogos, ya sea en forma de ritornello en notas picadas o en forma de "subrayado", acompañando diálogos y escenificando lo más cerca posible, un poco como en una película, antes del gran final. .
Como se puede ver, desde los números cantados hasta el tema principal, la música de Mickey and the Magician es una verdadera obra de arte. Y son todos estos ingredientes los que ayudan a que este espectáculo sea "mágico de principio a fin", como dice la bloguera Lady Thumper.
Como una chispa que tiene "el poder de llenar nuestros corazones de esperanza" ...
